miércoles, 29 de abril de 2009

Anti-Día del niño: Pintura para el cabello

Originalmente este texto, de Iselle, debía publicarse en la revista del Campus. Pero debido a que NO hay revista ni clases ni Campus ni nada, he decidido darle salida por este conducto. Está, la verdad, bien divertido. Que lo disfruten:

Durante 16 –casi 17– años, he festejado el día del niño. Pero eso de festejar es un decir, pues en mi escuela anterior siempre era lo mismo: nos bajaban al patio de recreo a hacer lo que quisiéramos. Bueno, ni siquiera eso: sólo podíamos jugar en “los puestitos”, a elegir: el del “Registro Civil" (donde por alguna extraña razón acababas casándote con una maestra u obligando a algún niño a que se casara contigo); el de “la disco”, que era la más mafufa de la historia (y aparte te creías la cosa más wow del planeta); y aquél donde te pintaban el pelo con pinturas sólo aptas para trabajos escolares. Eso sí: rogabas para que te dieran otro Frutsi o bolsa de papas, porque alguien ya te había robado los tuyos.
Para este punto ya habrás deducido que nunca me ha gustado el Día del niño. Y sí, la verdad no lo amo con locura y pasión por muchas razones. Para empezar, si de verdad hubieran querido en mi ex-escuela que los niños se la pasaran bien en su día, ¿qué les costaba darnos un día libre en vez de levantarnos temprano para ir a “celebrar al colegio? Y que no me vengan con esas excusas de que “se la pasan bien”.
La mayoría de los chamacos se aburren después de las primeras dos horas (libertades muy limitadas, por cierto, pues no te dejaban ni jugar con globos de agua) que terminan por alargarse de manera inhumana. Cinco horas de estar por ahí tratando de divertirse. Cinco horas de fallar en el intento.
Mi hermano comparte mi opinión. Cree que los “Días del niño” en el colegio nomás no son lo indicado. “Mejor sería dar el día libre a soportar un infierno de desolación y desesperación que los niños sufren y los maestros parece disfrutar”, dice. Al parecer, tiene razón: los profes eran los verdugos de nuestro cuero cabelludo al untar pinturas Crayola de diferentes colores y el horror de los horrores al tratar de quitarlo.
Sí; soy bastante pesimista con respecto a esta celebración. Pero aunque me haya tocado vivirlo de manera tan única, no significa que muchas más personas se la pasen bomba celebración tras celebración. Este año sólo me queda esperar que sea distinto y desear (por qué no) un FELIZ Día del niño. Claro, con una advertencia: cuidado con lo que usas para pintarte el cabello.
.

3 comentarios:

  1. Jajaja nooo que risa cuando te conté mis chocoaventuras de esos dias del niño. Aunque la verdad no sé si estaban mejor esos(para los demás claro), que ahorita tener que festejarlos encerrado en tu casa :S

    ResponderEliminar
  2. creo q prefiero estar pintandome el pelo con crayolas a estar tirado en mi cama haciendo... NADA
    asi que yo opino que no, ese dia del niño comparado con este, prefiero ese por millonesss

    ResponderEliminar
  3. deberian dar la definicion de pintura para el cabello

    ResponderEliminar