Dicen que es de mala suerte. Que si no sales con tu pata de conejo o tremeeeendo amuletote, horribles castigos corporales y espirituales te sacudirán. No lo creo.
Los días 13 a mí me han pasado cosas buenas. Hoy, después de aaaaaños de postergarlo, por fin decidí abrir mi blog. Igual y está malhechote y disparejo. Igual y lo abandono por décadas como al Facebook (eso de estar comentando fotitos y regando plantas virtuales como que no se me da). Igual y nadie lo lee. Pero una cosa es cierta: lo necesito.
¿De qué tratará? La neta, no lo sé. Un buen día, por inspiración divina, me dije: “Edgar, necesitas un blog”. Bueno, no sólo por inspiración divina. Hubo dos motivos extra:
a) Felipe me dijo: "Abre tu blog. Yo sería tu fanssss". Me gustó la idea. Pero luego pensé: "¡Momento! Eso es porque ve mis performances cuando hablo. Igual y ya escribiendo ps nomás no".
b) Pensé: "Si (hasta) Fermín Tánuz tiene uno, ¿por qué yo no?"
A quienes les comentaba, luego luego me preguntaban “¿Y de qué va a serrrrr?” ¡Fuck! Es cierto. No tengo un tema. ¿De cine? ¿De mi vida? ¿De consejos del idioma español? Quizá con los días lo descubra.
Y que no cuenta que yo tambien te lo dijera años antes?
ResponderEliminarMe da gusto empezar a leerlo mi estimado. Que sea el inicio de una bella amistad, entre la tecnologia y usted.