jueves, 31 de diciembre de 2009

Cinco entradas de un jalón: cinco. Retorno deprimido

No, no estoy deprimido, todo lo contrario.

La culpa del nombre tan emo de esta entrada –que en algún momento se planteó como la primera de la historia de este blog- la tiene Marcelo Ebrard.

El asunto jala así: para todos los capitalinos que tooodos los días suben (o bajan... porque en algún momento tienen qué hacer una u otra cosa) por avenida Constituyentes, al poniente de Mecsicousiti, es común ver o transitar por estas vueltas en “U” casi invisibles, pero con un nombre por demás horrible: “Retornos deprimidos”.

Chaaaale. ¿Acaso nadie pensó en ellos? ¿Nadie pensó en sus sentimientos O en los sentimientos de quienes transitan por ellas? ¿No hubiera sido mejor bautizarlos como “Vuelta en U invisible”, o “Vueltas Bicentenario"?

Bueno, yo digo.

Eso sí: funcionan. Haber hecho de Constituyentes una vialidad continua, sin semáforos, chefs vende-galletas, semáforosmalsincronizados o limpiaparabrisas, se agradece.

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