domingo, 2 de agosto de 2009

Títulos de movies mexicanas/ Cambios para mal

Sí: Voces inocentes suena mejor que Casas de cartón y Sobrenatural vende mucho más que Dólares para una ganga. Pero, ¿qué pasa cuando el título le da en la madre a una película? Aquí tenemos los cinco peores.

Primero, como preparación, están dos casos en los cuales el título no hizo ningún cambio:

El que come y canta... loco se levanta
Los productores lo cambiaron porque “nadie lo entendía”. Al final, nadie fue a verla a los cines porque NADIE quiso entender de qué se trataba.






Gimme Power
Básicamente fue un asunto de idioma y de practicidad, para que a) no se confundiera con la canción de Molotov, o b) La gente pudiera pedir los boletos en las taquillas de los cines.
En el resto del mundo sí se conoció como Gimmie Power (véase el póster).
Para el récord: Fernando Sariñana es el cineasta mexicano que más cambia los títulos en sus películas. En total, cuatro cintas en las dos últimas entradas del blog son de él.

Y luego, los 5 tristísimos casos de cómo darle en la madre a un título:

5) Era Señas particulares, y terminó como… Hasta Morir
Fernando Sariñana (hoy mejor conocido como “El papá de Ximena”) empezó con los cambios de título desde su opera prima. Como puede verse, este no fue muy afortunado.
La historia seguía la amistad en Tijuana (la ciudad MÁS FEA del mundo… o al menos de México) entre un cholo y un cuasi-fresa. Y he ahí el problema: Señas particulares hacía clara referencia a un conflicto de identidad cultural, mientras que Hasta morir suena a la secuela de Resident Evil.

4) Se hacía llamar La nueva Jerusalem (yep: con m), pero le pusieron… El evangelio de las maravillas.
A mí sí me gusta la película. Es, como todo lo que hace Ripstein desde hace 12 años: triste, tristísimo, muy barato y para 3 gatos que van a ver su cine. Pero esta sí vale la pena. Katy Jurado ofrece una soberbia actuación, lo mismo que Flor Edwarda Gurrola (Carmen, de Carrusel o integrante de Las Ultrasónicas, a elegir).
Creo que el primer título hubiera llevado a 30 espectadores al cine.

3) Era Cuatro Equis XXXX, y de repente…
¿Desnudos?
Los productores de esta película pensaron que los mexicanos piensan con sus genitales, y que si anunciaban un póster con todos en pelotas y una película que se llamaba Desnudos, ahí iríamos de morbosotes a ver a Karyme Lozano y a Rafael Amaya y a otros desconocidos. Error: Cuatro Equis XXXX era un título perfectamente posicionado entre los mexicanos.


2) Un hombre ejemplar
Los mexicanos no andábamos muy contentos con Fox y sus bototas. Luego entonces, que venga Luis Estrada (La ley de Herodes) con un título animoso y buenaonda, ps a cualquiera encabrona. No por nada le dio en su madre (es decir, en taquilla) La Era de Hielo 2.





1) 13 latidos de amor
Siempre me causó ruido Sexo, amor y otras perversiones. El que sea una enumeración (elemento uno, coma; elemento dos; nexo conector y elemento tres) implica que tanto el sexo como el amor son una perversión (¡!)
Quisieron jugarle a “Vamos a ser la Sexo, pudor y lágrimas 2”, y ps ni cómo. La gente se espantó (me imagino que les dio pena pedir boletos en taquilla para la movie y terminaron entrando a ver Kung-Fusión o Tigger, la película) y fue un fracaso horrendo.
UPDATE
: Los mexicanos no aprendemos. Ya viene la parte 2.

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