sábado, 26 de septiembre de 2009

Leyendas africanas y dibujos horribles

Hace dos años fue al Africam Safari. Dicen que fui cuando tenía dos años de edad, pero la verdad no me acuerdo de nada. En esta segundo 'Afritour' se nos ocurrió hacer el paseo nocturno. Quienes ya se dieron su vuelta por Puebla coincidirán conmigo en tres cosas:
  1. Está simpático el paseíto este
  2. Muchos animales están quietecitos, en el estado ideal para verse, pero muchos otros están dormidos. Unas por otras
  3. Las explicaciones de los guías son idiotísimas y un fusil descarado
Los dos primeros puntos no merecen mayor explicación. Pero el tercero sí.

Para disfrutar del mentado paseíto uno va, cual paisano regresado de los iunaited, a bordo de un camión escolar. Pero eso es lo de menos. Aún no sé si sería mejor que cada quien llevara sus audífonos -tipo turibús-, porque las explicaciones de los guías son una desgracia nacional.
El punto es: después de habernos soplado al guía diciendo "El león tiene melena", "La leona no tiene melena" y mamadas así, el momento climático llega cuando el guía hace voz "tenebrosa" para contarnos (con voz tenebrosa, claro):

La leyeeeeeeenda africaaaaana de los flamiiiiingos
(¿O los flamencos? Bueno, como sea)

Y que se arranca. Yo, con mi pésima memoria que tengo, pensé los primeros diez segundos: "Mira, tan bonita historia. ¿Por qué la contará este wey de chorcito de forma taaaan tenebrosa?".
Pero en el segundo once, cual dèja-vu, me acordé: "¡Diantres! ¡Recórcholis! ¡Nomamarrrr! ¡Plagio! ¡Fraude! ¡DA! (chiste local escolar)". ¡Estaba contando el cuento infantil "Las medias de los flamencos", de Horacio Quiroga, y lo hacía pasar por una leyenda africana!
En ese momento pensé en dos posibilidades:
  1. Pararme, cual terrorista boliviano con latitas de Jumex, y gritar: "¡Esto es mentira! ¡Están usurpando la obra del excelentísimo cuentista uruguayo Horacio Quiroga!" (bueno, quizá con menos dramatismo)
  2. Callarme y seguir escuchando el recorrido, repleeeeto de plagios
Hice lo segundo. Pero -cual moraleja de cuento- la anécdota sirvió para dos cosas:
  1. Todos los semestres leemos esa obra de Horacio Quiroga... y cuento el plágio poblano
  2. Leer más obras de Quiroga. Este semestre, por ejemplo, revisamos en clases dos lecturas infantiles más:
El loro pelado (da clic en el cuento para leerlo)

¿Tiene esto algo de relevante? Sí: que en la próxima entrada pondremos ¡dibujos!

2 comentarios:

  1. 94...¿94?
    atte. Pepe Grillo

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  2. Triste. No puedo creer lo mal que me siento con este post. ¿No gritar?, ¿No desenmascarar al mentiroso?, ¿Quedarse viendo las cebras, mientras se engaña a miles (bueno 8) de personas? Por Dios, espero Quiroga no te agarre a trancazos cuando se encuentren en el cielo... Yo, si lo haría.

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